El Lazarillo de Tormes es una novela anónima, escrita en primera persona.
En ella se cuenta de forma la autobiografía la vida de un niño, Lázaro de Tormes, en la segunda mitad del siglo XVI, desde su nacimiento e infancia hasta el matrimonio, ya en la edad adulta.
La novela está escrita con una gran simplicidad expresiva, con diálogos coloquiales. Por otro lado, en ella está el humor, basado en anécdotas y conocidas en la época.
Cuando salimos de Salamanca, decidió venir a tierra de Toledo. Porque decía que la gente era más rica, aunque no muy limosnera. Se acogía a este refrán: "Más da el duro que el desnudo" [...] Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna.
Acordó de hacer un banquete, así por no poderlo llevar como por contentarme: que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en una valladar y dijo:
-Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad,y es que ambos comamos deste racimo de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Partirlo hemos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva.
Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura no me contenté ir a la par con él; más aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, sostuvo un poco el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo: -Lázaro: engañado me has. Juraré yo a Dios que has comido las uvas de tres a tres.
-No comí -dije yo-; mas, ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.
Escena de el racimo de uva |
Este fragmento es de la escena en que un pobre chico le dio las uvas al ciega y a la cual Lazarillo prometió comer una a una, y al saber que el pobre viejo no podía ver y al ver que el mudo comía de dos en dos y después de tres en tres, Lazarillo también empezó a comer tantas al igual que el mudo hasta cuando se terminó el racimo.
El ciego se dio cuenta de que Lázaro había comido mas uvas de las que había prometido.
Lázaro muy nervioso le preguntó porque desconfiaba de el, este le responde con una simple respuesta : En que comía yo de dos a dos y tu callabas.
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