Pero él, la perdonó ya que su acción fue un amor filial. Sin embargo, las cosas fueron cambiando ya que esta era muy egoísta con el.
Yo creo que está historia enseña mucho en la vida, ya que no tienes que eser egoísta ni tener un mal comportamiento con las personas que te ayudan, ya que sin la ayuda de los demás no vas a recibir nada en la vida.
-Hola Marina¿Qué tal estas?
- Pues muy bien la verdad, ¿ Y tú?
- Mal, ahora mi marido pasa mucho tiempo fuera de casa, ya no sale conmigo de paseo ni me hace caso. Yo lo que pienso es que tiene otra, y ya no siente lo mismo por mí.
- Mujer no digas eso, es que lo que pasa que en estos años los has tratado muy mal, y no soy la única que te lo dice, ¿ O me equivoco?
- Bueno, voy a tratar de cambiar y espero que no sea demasiado tarde, porque no quiero perderlo que lo quiero mucho.
- No mujer no es demasiado tarde, nunca es tarde para cambiar, confía en mi. Bueno hablamos que ahora tengo mucha prisa nos vemos adiós cuidate.
- Vale muy bien nos vemos y gracias por el consejo asta luego.
Y fue así como, todo cambió y fueron felices gracias al consejo de Marina y a la enseñanza de " La mirada del amor"
